Programa de Promoción de la Lectura: Queremos leer!

El Programa de promoción de la lectura “Queremos Leer!”, fue  implementado durante 11 años en la Villa 21/24, con una compleja red de articulación institucional y un gran impacto cuantitativo y cualitativo

Podríamos dividir la implementación del programa en cuatro etapas, en las que el contexto y la metodología se fueron modificando en pos de alcanzar el principal objetivo del programa: Contagiar el placer por leer.

 

JUSTIFICACIÓN

En el año 2004, cuando iniciamos nuestra actividad en Villa 21/24, rápidamente notamos la escasez de propuestas que promuevan el acceso, producción y difusión literaria en el barrio. Este sector de la población, en situación de vulneración, sufre de impedimentos en el acceso a los bienes culturales. Una de las razones puede atribuirse a la urgencia por la satisfacción de necesidades básicas, las cuales postergan el reconocimiento de la necesidad de bienes culturales y, por ende, posterga también el derecho al acceso y disfrute de los mismos; derecho esencial e innegable de todo ser humano, cualquiera sea su condición social.

Advertimos la necesidad de abrir y expandir espacios literarios. Consideramos a la literatura no sólo como un vehículo de información y acceso a nuevos conocimientos, sino como posibilitador de un encuentro imaginario con otros/as, que permite recuperar y resignificar la tradición cultural, vivir muchas vidas y acceder a otros mundos. Es así que consideramos que contribuye a la formación de un sujeto social activo y autónomo: a través de la imaginación y la creación, éste podrá actuar sobre el mundo real, transformarlo y transformarse a sí mismo.

Las primeras acciones del programa se realizaron en  la Escuela 12 (DE V), una escuela que funcionaba en contenedores, que no tenía biblioteca y mucho menos un libro. Fue allí donde surgió el nombre del Programa, fueron los niños/as de esa Escuela, al vernos llegar con libros, quienes gritaron incansablemente “¡Queremos Leer! ¡Queremos Leer!”… y fue para nosotros/as una declamación de derechos.


OBJETIVOS

  • Promover el deseo de leer para despertar el placer por la lectura.
  • Contribuir a la difusión del libro y su valorización como objeto social y cultural.
  • Favorecer a través de los libros, la apertura a distintos universos y la identificación con los mundos conocidos creando espacios que despierten la creatividad y la imaginación.
  • Fomentar el pleno ejercicio del derecho a la cultura de las personas del barrio, en tanto ciudadanos e integrantes de una comunidad.
  • Promover actividades tendientes al reconocimiento de culturas, lenguajes e historias personales, familiares y regionales.
  • Impulsar la libre expresión oral y escrita dando lugar a la diversidad lingüística.
  • Facilitar el acceso al conocimiento y a la información para todos.
  • Realizar producciones literarias e informativas con la comunidad y publicarlas.
  • Propiciar la activa participación de niños/as y jóvenes

 

POBLACIÓN DESTINATARIA               

El programa ha tenido, desde el comienzo, dos públicos destinatarios directos. Por un lado los/as promotores/as y mediadoras/es de lectura y los niños y niñas de 6 a 14 años que habitan las escuelas y diversos espacios comunitarios del barrio.

 

METODOLOGÍA

Cómo decíamos anteriormente, la ejecución del Programa puede dividirse en 4 etapas en las que, a través de estos 11 años, se han ido modificando algunas cuestiones metodológicas en función de la evaluación sistemática y de diferentes encuadres de implementación.

Primera etapa

Desde el inicio decidimos que las Escuelas serían el escenario donde realizaríamos las acciones de promoción y mediación de la lectura, para ello comenzamos a convocar un grupo de promotores/as voluntarios/as, el perfil que buscamos fue “apasionados por la lectura”, entendiendo que solo ellos/as eran quienes podían transmitir y contagiar el placer por leer.

Así fue que armamos un grupo de motivados/as promotores/as que comenzaron a  realizar talleres en las Escuelas que reciben a chicos y chicas de la Villa 21/24, con valijas cargadas de libros.

Esta primera etapa nos permitió probar una metodología que lograra el objetivo del Programa, pero fue dificultoso que los voluntarios/as pudieran sostener los horarios durante la semana. Por su parte, entendimos que si elegíamos la escuela cómo ámbito para la implementación debíamos pensar, necesariamente, en los/as docentes.

Durante esta primera etapa encontramos que muchos de los/as docentes de esas escuelas, no tenían el hábito de leer, ni el libro aparecía en su práctica docente, con el agravante de que la formación de los profesorados no contaba con una materia específica en la que pudieran tomar contacto con el universo de la literatura infantil ni con recursos para promover la lectura en los niños/as.

Segunda etapa

En la segunda etapa asumimos el desafío de trabajar con futuros docentes, entendiendo que solo con los/as docentes podría sostenerse la promoción de la lectura en las escuelas donde proyectábamos generar impacto.

Así fue que comenzamos el armado de una compleja articulación institucional. Acordando nuestro trabajo con las Escuelas primarias del barrio y ahora también con los Profesorados donde se formaban los futuros docentes.

Quienes estudiaban el profesorado tenían la opción de cursar Taller II en TEMAS. Esta materia proponía la observación de una práctica de educación no formal dentro de una institución educativa, Fundación TEMAS proponía brindar formación en mediación de lectura y contacto con un gran acervo de literatura infantil y juvenil y que los/as estudiantes realicen su primer experiencia en aula acompañados por los talleristas del Programa.  Aportando dos enormes fortalezas: para los estudiantes, que en lugar de observar sean quienes planifiquen y realicen la práctica, y para las escuelas, que estudiantes de cualquiera de los Profesorados tenga la posibilidad de hacer su primer práctica en el Distrito Escolar N° 5, promoviendo las escuelas del barrio como un lugar posible en su futura práctica docente.

De esta forma, los/as estudiantes recibían una intensa capacitación en técnicas de mediación de lectura para luego en la intervención en las escuelas realizar la transposición de lo trabajado en la etapa de formación, en el grado que le fuera asignado y durante un cuatrimestre.

En el tiempo en el que duró esta etapa articulamos con los Profesorados N° 1, 2, 3, 4, 5 y IES Juan B Justo y realizamos abordajes en las Escuelas N° 10, 11, 12, 16, 24, 25, 9  y la Escuela N° 2 de Avellaneda.

Esta fue la etapa de mayor impacto cuantitativo del programa, donde además construimos un fuerte vínculo con las Escuelas del barrio, las que se sintieron dinamizadas internamente, ya que, en parte de nuestro abordaje colaboramos con la puesta en valor de las bibliotecas de cada una de las instituciones educativas.

A su vez, nuestras valijas con libros comenzaron a quedarse en las Escuelas e implementamos el préstamo de libros, proponiendo a los chicos/as más horas de lectura en casa y la duplicación de la mediación en el ámbito familiar.

Tercera etapa

Luego de sostener varios años con un alto impacto cuantitativo comenzamos a pensar en procesos más profundos y en paralelo, institucionalmente comenzamos un viraje hacia una perspectiva comunitaria, lo que nos propuso pensar en otros escenarios posibles.

En 2010 comenzamos a construir una biblioteca comunitaria en la Villa 21/24, las valijas comenzaron a volver de las Escuelas para poblar las estanterías de este nuevo espacio con más de 2500 libros de literatura pensada tanto para niños/as como adultos y jóvenes lectores.

Fue a partir de entonces, cuando no solo trabajamos en la escuela, si no que la Escuela comenzó a visitar el barrio, y parte de los talleres los realizamos recibiendo a los chicos/as y sus maestros/as en nuestra biblioteca.

A su vez comenzamos con espacios de lectura libres y momentos de producción literaria, especialmente destinados a los 120 niños/as y jóvenes en edad escolar primaria, que participan de los Talleres de Aprendizaje Comunitario desde los cuales acompañamos su trayectoria escolar.

También trabajamos junto a otras instituciones del barrio como Orilleros, Comedor Amor y Paz, la Comisión de derechos humanos, la Casa del Niño y el adolescente, CIDAC. Realizando capacitaciones a sus equipos y puestas en valor de otras bibliotecas, intentando con esto potenciar el impacto en otros espacios comunitarios.

Cuarta etapa

Continuando con la construcción comunitaria, en el 2013, TEMAS inicia su programa de formación de Promotores Comunitarios Jóvenes.   A partir de este momento, son los y las jóvenes del barrio a quienes comenzamos a formar como mediadores de lectura y quienes llevan adelante las actividades de producción literaria en nuestros espacios educativos.

En esta etapa también comenzamos la articulación con FILBITA (Festival Internacional de Literatura Infantil en Buenos Aires). Filbita apunta a democratizar la lectura y su acceso, brega por los derechos de los/as niños/as y opera como facilitador en la circulación de la palabra. En el  marco de “¡Queremos Leer!”, los jóvenes que participan del Programa de Formación de Promotores/as Comunitarios de entre 18 y 24 años de Villa 21/24, realizaron  capacitaciones en animación, promoción y producción literaria junto a especialistas y autores de literatura infantil y llevaron a cabo los talleres en las escuelas.

Como culminación de estos Talleres, durante los últimos dos años se realizó el Festival “Plaza tomada Filbita-TEMAS” y “Aire-Libro. Filbita – TEMAS” en la plaza frente a la biblioteca comunitaria.   Donde además de diferentes actividades coordinadas por el equipo de promotores de Fundación TEMAS contamos con la presencia de autores/as nacionales e internacionales.

EQUIPO

El diseño, la implementación y el cumplimiento de los objetivos del programa se lograron gracias a un equipo de trabajo con un gran compromiso, formación y pasión, originalmente integrado por Jesús Pascual y Julia Caminos, y del que luego también formaron parte Lucila Moyano, Nayla Vidal, Anabella Nieto, Ivana Sosnik, Lucia López,  Gabriela Tavolara, Lucía Allende y Natacha Levisman.

También formaron parte del equipo como voluntarios de la primer etapa Fernanda Sanles, Luján Zanoni, Natalia Casagrande, Francisco Gómez, Nelson Grande, Lucila Moyano, Lucrecia Riaño, Manuela Moreno, Guillermo Imbach, Sebastián Azcona y Noelia Cohen.

DESARROLLO DE RECURSOS

Para sostener el programa hemos gestionado apoyo diversos en las distintas etapas del programa del Ministerio de Desarrollo Social a través de la Dirección Nacional de Juventud, Editorial Fondo de Cultura Económica, Ediciones Colihue, Ediciones Ekaré (Venezuela), Grupo Santillana, Grupo Editorial Norma, Plan Nacional de Lectura y Programa de Lectura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Editorial y librería Eterna Cadencia, Mecenazgo Cultural y Fundación Filba.

CONCLUSIONES

A través de estos 11 años de implementación del Programa, hemos pasado por diferentes etapas, también con resultados e impactos diferentes.

En relación al impacto cuantitativo, participaron de los talleres de mediación de lectura, un promedio de 2.000 niños/as cada año. Formamos 534 promotores/as de lectura, que realizaron 2.982 talleres de mediación.

En relación a la gestión del Programa, logramos una compleja articulación entre instituciones, trabajando en simultaneo con los diferentes niveles educativos, primaria (las Escuelas N° 10, 11, 12, 16, 24, 25, 9  y la Escuela N° 2 de Avellaneda), media (EEM 6) y terciario (Profesorados N° 1, 2, 3, 4, 5 y IES Juan B Justo).  Además de articulamos con organizaciones comunitarias, organismos de financiamiento y editoriales y librerías que aportaron a nuestro programa

Logramos un vínculo con las Escuelas del barrio que nos permitió acortar su distancia con la comunidad y dinamizamos la escuela con la realización de nuestros talleres.

Construimos un nuevo espacio comunitario en el  barrio, la Biblioteca “La Casita”, donde los libros, la palabra y la imaginación son protagonistas, un lugar habitado cotidianamente por niños y niñas del barrio y visitado por las escuelas.

Instalamos la lectura y la producción literaria en nuestros espacios educativos e hicimos circular la palabra en el espacio público.

Abrimos las puertas al mundo de la literatura infantil a otros espacios comunitarios del barrio y abrimos las puertas del barrio a instituciones más grandes como Fundación FILBA.

Ha sido un camino largo, construido de millones de palabras, miles de libros, desbordantes emociones, de ensamblados recorridos lectores, de un profundo compromiso y muchísima pasión puesta en esta maravillosa misión de contagiar el placer por leer.